Zaragoza reabre las puertas de su Mercado Central y nace Rombo Zentral

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Tras dos años de reformas, el Mercado Central de Zaragoza reabre remozado y modernizado. Amplio y accesible a personas con movilidad reducida, luce como nuevo, pero su esencia no se ha perdido. Sigue siendo un mercado de abastos como los de siempre. Sigue siendo, como hubiera escrito Émile Zola El vientre de Zaragoza.

El antiguo y el nuevo Mercado Central de Zaragoza
El antiguo y el nuevo Mercado Central de Zaragoza @Esther Ibáñez

Además, ha creado Rombo Zentral, un espacio gastro-cultural en el centro del mercado que consta cuatro puestos de restauración: Matiné, Mixtura, Mueso y Mambo. Una carta infinita con cafés selectos, una churrería, tartas, raciones, verdura y pescado a la plancha o carne a la brasa, opciones para pausar el paseo entre puestos.

Así, sus clientes siguen siendo sus mismos vecinos. Hay muchísimos más carritos de la compra de lona que turistas sacando fotos. Y eso que el edificio lo merece.

Así luce el Mercado Central de Zaragoza
Así luce el Mercado Central de Zaragoza © Alamy

EL EDIFICIO

Proyectado por el arquitecto Félix Navarro, se trata de un magnífico ejemplo de arquitectura industrial modernista de primeros del siglo pasado que seguía la tendencia de otros mercados europeos y de emblemáticos monumentos como la torre Eiffel parisina. El uso del hierro permitía elevar y aligerar los edificios permitiendo disfrutar de mayor ventilación y luz natural. Con una planta de 130 metros por 26 metros de ancho, el Mercado Central se inauguró en 1903 en las inmediaciones de la Basílica del Pilar de Zaragoza, junto a la antigua Muralla Romana de la Ciudad.

El tranvía discurría entonces paralelo a su trazado y también lo hace en la actualidad, pues los tranvías volvieron a circular por Zaragoza en el año 2011.

Proyecto original coloreado del Mercado Central de Zaragoza, obra del arquitecto Félix Navarro
Proyecto original coloreado del arquitecto Félix Navarro © Esther Ibáñez

DETALLES ALUSIVOS AL COMERCIO Y A LA CIUDAD

La restauración ha sacado a la luz multitud de detalles decorativos en fachadas y columnas de hierro. Se trata de representaciones de los alimentos que se despachaban en los puestos, desde las aves de caza, a las uvas o panales de miel. También pueden observarse motivos alusivos a la ciudad, como el león rampante que forma parte del escudo de la capital aragonesa.

Un friso compuesto por 42 tarjetones esmaltados recorre la parte alta del mercado, en ellos, ilustraciones de todos aquellos alimentos que se despachaban en el mercado: frutas, verduras, carnes y pescados. Estas piezas decorativas, que recuerdan en su forma a las vajillas esmaltadas de la época, servían de referencia para localizar los puestos. Las Ilustraciones de estas viñetas corrieron a cargo del pintor Elías García Martínez (1858-1934), también autor del archiconocido Ecce Homo de Borja, una pintura que pasó a la historia por su fallida y mediática restauración.

Colección de tarjetones esmaltados del friso del Mercado Central de Zaragoza
Colección de tarjetones esmaltados del friso © Esther Ibáñez

EL PRODUCTO DE PROXIMIDAD

¿Es un lujo poder comprar hasta quince tipos distintos de aceitunas cultivadas y encurtidas a pocos kilómetros de Zaragoza? Quizás sí. Los primeros espárragos de la temporada, el Ternasco de Aragón o multitud de quesos del Pirineo o de las Sierras de Teruel conviven en los mostradores de fruterías y carnicerías. El Mercado Central de Zaragoza está consagrado al producto de proximidad, a la rica despensa aragonesa.

UN MERCADO FAMILIAR Y QUERIDO POR LOS ZARAGOZANOS

El Mercado Central de Zaragoza, también llamado “de Lanuza” por su ubicación, quiere convertirse en un plan para familias y grupos de amigos. Por ello se programan talleres para niños y actuaciones musicales durante los fines de semana.

Rombo central y tarjetones del Mercado Central de Zaragoza
Rombo Zentral y tarjetones del Mercado Central de Zaragoza © Esther Ibáñez

Su inauguración, el pasado mes de febrero fue toda una fiesta, sobre su fachada se proyectó un espectáculo de imagen, luz y sonido que cautivó a los zaragozanos, quienes siempre han defendido tan bello edificio. Fue la presión popular la que lo salvó de la demolición en 1968, cuando se interponía en la construcción de una gran avenida. Posteriormente, en 1982, se catalogó como Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural.

Aunque en estas pocas semanas de rodaje todavía flota en el aire la sensación de nuevo, los detallistas ya se han encargado de surtir bien sus puestos para recuperar esa sensación tan propia de entrar en un mercado: esos lugares que despiertan el apetito y que inspiran recetas con sus productos frescos a la vista. Mercados que dan ganas de cocinar.

Productos del Mercado Central de Zaragoza
Productos del Mercado Central de Zaragoza © Esther Ibáñez

Texto perteneciente al artículo publicado por Esther Ibañez para Traveler: https://www.traveler.es/viajes-urbanos/articulos/zaragoza-reabre-las-puertas-de-su-mercado-central/17465

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